miércoles

No te importa. Y te vas.
Corrés. Y te vas.
Te llamo por tu nombre y no te importa y te vas.
Cuando tenés que ser abrazo,
cuando tenés que ser abrigo,
cuando tenés que ser casa,
cuando tenés que ser carne,
cuando tenés que ser amigo,
cuanto tenés que estar, nunca estás.
Sos mi nunca jamás.
Sos mi caída al vacío.
Sos mi peor pesadilla.
Y te amo, te amo con la pena de quien ama por amar.
Cuando tenés que estar, te vas.
Cuando tenés que irte, me abrazás.
Preso del reloj, preso del miedo, preso de vos,
te odio cuando no estás o te amo sin voz que es peor.
No me digas que me querés, porque no te creo.
Porque cuando tenés que estar, te vas.
Tengo que volver a empezar una vida que no quiere
terminar sin vos.
Tengo que olvidarme que existís, que sos, que decís, tengo que
borrarte como a un error, como a un secreto, como a un sueño
en las noches largas, infinitas, insatisfechas, en las que mis brazos
no te alcanzan, no te rodean, no te invitan al amor.
Por vos, un día no voy a creer en el amor. Ni en la magia, ni en mi risa.
Por vos, todo es silencio, todo es humedad, todo es deseo.
Por vos me muerdo los labios, me trago el adiós.
Por vos me estoy haciendo pequeña y frágil, triste, más mar que fuego.
Porque por el amor se respira, se vibra, se miente, SE LUCHA.
Pero vos no sabés de amor.
Te maldigo por no saber a qué saben mis lágrimas.
Y por provocarlas.
Te amo por saber cómo inventarme una risa.
Y por provocarla.
Sos de verdad cuando yo quiero. Sos de mentira cuando cierro los ojos
y esta cama, esta noche, este incendio, no te tienen.
Soy tuya, vos lo sabés. Pero qué miedo te da la valentía.
Pero qué irresponsable hacerme que te quiera hasta cuando no quiero, ni por puta, quererte.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario