viernes

Tiempo fuera


Tengo últimamente muy pocas palabras que me pertenecen para compartir, estoy encerrada en una cárcel de semisilencios, de verdades a medias, de indefiniciones, esta un poco oscuro aquí, pero mis ojos se están acostumbrando a las penumbras, no para amagar un tibio conformismo, claro que no, estoy segura de mí misma, de quien más estarlo?, convencida de que encontraré la llave, violaré la cerradura, saltaré por la ventana o seduciré al guardia, no me importa el cómo.
Enciendo un cerillo, observo, hasta que mis dedos se empiezan a quemar, tengo sólamente tres, tantito ardor y muy poca fe. Tengo que aguantar las ansias, si realmente actuara yo, los hubiese prendido todos juntos, y hubiese disfrutado el efímero resplandor, y tal vez ahora estaría llorando, pero no cedo a mi típica y clásica yo, porque esta vez tengo la esperanza muda de palabras y solamente por instinto de conservación y algunas otras alimañas que me corroen el espíritu, me rebelo y enciendo otro, ya sólo me queda uno...

5 comentarios:

  1. Despacio, despacio, el resplandor podría cegarte y en lugar de penumbras te encontrarías inmersa en la obscuridad.

    Besos efímeros.

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  2. Utiliza el que te queda para quemar tus medias tintas y convertirlas en tintas enteras.

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  3. La necesidad es la madre de la invención, cuando te quedes sin cerillos te verás en la necesidad de salir y enfrentar lo que te mantenia encerrada.

    Saludos

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  4. Te presto cuantos sean necesarios, y si te quedas a oscuras y pierdes la luz que te guía, te dejo mis ojos...

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